Esta vez nos superamos a nosotros mismos, y a la increíble distancia recorrida de 560 metros, ya hicimos la primera parada para reponer fuerzas...
En resumen, la primera parte fue costosa porque fue mayoritariamente subida. Pero el paisaje era muy bonito y mereció la pena. Nos encontramos además una catarata en medio del camino que tuvimos que sortear, y la verdad fue toda una experiencia. Nos hubiera gustado pasarla más de una vez, de hecho Álvaro, Ali y yo estábamos ya preparados, pero unos padres sensatos nos dijeron que nos íbamos a mojar, así que lo dejamos... muy a nuestro pesar...
Nos paramos a comer en el Mayau Pastor. Había mucha nieve, los pequeños jugaron muchísimo y nosotros encontramos una "nevera" para las cervezas que trajo Dani.
Después el museo de la sidra a los niños les encantó. Les gustó lo que más jugar a la rana. Hugo consiguió meter la moneda en la rana. Todavía estamos todos sorprendidos... Después aprendieron a escanciar, tocaron la gaita, el tambor... Muy buenos músicos no parecían!! Echamos mucho de menos a los que no vinisteis: Alba, Candela, Ana...
Os dejo aquí las fotos. Publicaremos la siguiente ruta en breve, para hacerla después de Semana Santa.
